Nueva ortografía de la RAE: fin del culebrón

Leo en Milenio y Adenda Corrigenda que la nueva Ortografía de la RAE se aprobó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (la de México) «sin imponer cambios». La nueva edición apenas supone variaciones a la anterior, si bien, a tenor de las declaraciones de los académicos, «no se modifican las reglas ni se añaden nuevas, sino mejor: se detallan con toda exactitud, con objeto de facilitar la correcta escritura a los hispanohablantes y a los hablantes de otras lenguas que desean escribir la nuestra con corrección y propiedad».

Pero, en cualquier caso, algunos cambios sí hay. ¿Cuáles son? Citaré la entrada de Silvia Senz en Adenda Corrigenda:

Las polémicas novedades anunciadas se echaron casi en su totalidad atrás: los nombres de las letras sobreviven según su uso nacional; simplemente se le dan al hablante propuestas de unificación sin justificar la utilidad de tal cosa. Ch y ll se siguen considerando dígrafos y, a efectos de alfabetización (no de escritura), quedan incorporadas en las letras c y l respectivamente. La eliminación de tildes diacríticas continúa siendo como en la ortografía anterior: opcional. Sólo hay una novedad que se mantiene: pese al carácter minoritario de la pronunciación diptongada, los vocablos con vocal débil átona (i, u) + vocal fuerte tónica (á, é, ó) se considerarán monosílabos a efectos de tildación, incluso cuando se intercala una h, con lo que el criterio fonetista desaparece por completo de la norma de acentuación de los grupos vocálicos:

Lo que no han suavizado las Academias en la nueva Ortografía es la supresión de la tilde de los monosílabos con acento ortográfico, como sucede en «guión» y «truhán». Según le dijo hoy a Efe Salvador Gutiérrez, director de esta obra, esas palabras no llevarán tilde, aunque se pronuncien con hiato.

«Con estas propuestas las Academias intentan fortalecer la unidad de la lengua», aseveró Moreno de Alba en la multitudinaria conferencia de prensa que tuvo lugar en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México.

Y por último, que no  se menciona el la cita de más arriba, pero sí en Milenio, lo del cambio de denominación de la i griega (por ye) se quedó en propuesta.

Así que ya sabéis. A partir de ahora, ni guión ni truhán con tilde.